¿Adónde se habrá metido Mafiopoli? Las mafias italianas según La Gente d’Italia
From Firenze University Press Journal: Comparative Cultural Studies-European and Latin American Perspectives
Gabriele Paolo Smeriglio, Universidad de Granada
La mafia se encuentra en la clase dominante, en el Estado, en la economía capitalista en general. Su punta más avanzada se encuentra en todos los sectores de la sociedad: en las instituciones, en las altas finanzas, en el sector terciario y en la agricultura. Las distintas organizaciones criminales, originalmente presentes sólo en el sur de Italia, controlan hoy amplias zonas de toda la península, haciendo negocios con los partidos políticos que se alternan en el poder político y con los grandes empresarios presentes en el territorio. La evolución histórica, económica y social específica del Sur, que hoy se traduce en desindustrialización y subdesarrollo, unida a las frecuentes inyecciones de dinero público destina-das oficialmente, por ejemplo, a las campañas electorales y a las elecciones, han convertido a las mafias en el equivalente de las sociedades anónimas, multinacionales armadas que invierten libremente en amplias zonas del planeta.En la actualidad, las mafias han aumentado considerablemente su influencia en la dimensión política y económica transnacional.
A las prácticas clásicas de infiltración en las instituciones y administraciones públicas, extorsión y narcotráfico, han añadido sus intereses en la sanidad pública — centro del intercambio clientelar, con concursos amaña-dos y adjudicación indiscriminada de diversos tipos de puestos de trabajo a cambio de votos — y en la gestión de los contratos públicos. La constante aplicación de las políticas de privatización también permite a las mafias aumentar su injerencia en los sectores de la sanidad privada y la eliminación de residuos.No falta la explotación de la inmigración ilegal, especialmente en el campo, y la espe-culación con los fondos de la UE y los planes de infraestructuras regionales (Balsas, Mes-sina y Smeriglio, 2021). En este último ámbito, los intereses incluyen los fondos públicos y la oportunidad de blanquear dinero. Y aunque no faltan las proclamas gubernamentales, a todos los niveles, sobre la lucha contra el crimen organizado y la infiltración de las mafias en las instituciones, la práctica muestra una total falta de voluntad por parte de los más altos representantes del Estado para hacerlo. En lugar de poner en marcha planes de desarrollo, empleo e industrialización para el Mezzogiorno y abordar realmente la cuestión del sur, a menudo optan por “salvar” los suburbios mediante la gentrificación y la militarización del territorio.
De este modo, la alternativa al desempleo seguirá siendo a menudo el enrolamiento en las filas de las organizaciones criminales, que inevitablemente aumentarán su poder económico y su arraigo en el territorio.Hoy en día, escribir de la mafia y sobre la mafia es arduo, sobre todo en un contexto en el que una hiperinflación discursiva dedicada a ella dificulta, en primer lugar, la comprensión del significado de esta expresión. Balsas (2021) lo menciona en su trabajo sobre la cobertura de noticias sobre las mafias italianas en “Clarín” entre 1997 y 2020: “Podría argumentarse que la noción misma de mafia — su origen histórico, su(s) área(s) de influencia(s) geográfica, el conjunto de actividades (i)lícitas que lleva a cabo, su estruc-tura de poder, etc.– no está suficientemente delimitada en la agenda pública local y ter-mina siendo con frecuencia banalizada y asimilada a cualquier forma de clientelismo o corrupción” (p.1036). El mismo fenómeno se observa al analizar los artículos dedicados a las mafias italianas en la versión online de “La Gente d’Italia”, un ejemplo de la prensa étnica italiana en Uruguay.“La Gente d’Italia”, creado por Maria Josette Caprio y Domenico Porpiglia, apareció por primera vez en el año 2000 en Miami como publicación mensual, antes de conver-tirse en semanal y finalmente en diario. Desde el 15 de abril de 2005 hasta el 24 de agos-to de 2012 el periódico se publicó conjuntamente con “Últimas noticias”, un diario local bajo la égida del “Grupo Empresarial de la Unificación”, ya dirigido por el reverendo Sun MyungMoon, fundador en 1954 en Seúl de la Iglesia de la Unificación, un ferviente anti-comunista a la cabeza de un imperio mediático multimillonario centrado en el conserva-dor Washington Times y otros periódicos en Corea del Sur, Oriente Medio y Sudamérica (Sergi, 2014). A partir del 1 de septiembre de 2012, pasó a distribuirse con La República, y posteriormente con El País. Hoy en día, está disponible sobre todo en línea.
DOI: https://doi.org/10.36253/ccselap-14281
Read Full Text: https://oajournals.fupress.net/index.php/ccselap/article/view/14281
